Crema de brócoli y calabacín
¡La crema de brócoli y calabacín es una explosión de sabor en cada cucharada! Su textura cremosa y el equilibrio perfecto entre el brócoli fresco y el calabacín ligeramente dulce hacen de esta receta un deleite rápido y sencillo de preparar. ¡Perfecta para una comida nutritiva en cualquier día de la semana!
Ingredientes necesarios
¡Vamos allá con los componentes mágicos para una crema que te transportará al paraíso con cada cucharada! En mi casa, el brócoli y el calabacín siempre han sido esos vegetales que no pueden faltar, y hoy los convertiremos en protagonistas. Apunta bien:
- Brócoli – Escoge uno que parezca un pequeño bosque esmeralda, crujiente y lleno de vida.
- Calabacín – Que su piel lisa y brillante te seduzca, es signo de que está en su punto justo de madurez.
- Cebolla – La dulzura que se esconde tras cada capa es esencial para nuestra base de sabor.
- Ajo – Aunque humilde en tamaño, su sabor es valiente y definido, perfecto para nuestra crema.
- Caldo de verduras – Si es casero, mejor que mejor, porque como decía mi abuela, es el alma de cualquier crema o sopa.
- Aceite de oliva – Un chorrito de oro líquido para envolver nuestros ingredientes en una danza de sabores.
- Sal y pimienta – El dúo dinámico que nunca falla, ajusta las cantidades a tu paladar.
Y recuerda, la cocina es aventura y creatividad. ¿Por qué no añadir unas hojitas de albahaca fresca o un toque de curry? Dale rienda suelta a tu imaginación y haz que esta crema hable de ti.
Preparación de la crema
¿Te animas a cocinar conmigo? La crema de brócoli y calabacín que vamos a preparar es un abrazo en forma de plato. Recuerdo que mi abuela solía decir que una buena crema puede arreglar hasta el día más gris, y esta receta es prueba de ello.
Vamos a ello, paso a paso, para que tu cocina se llene de esos aromas que tanto nos gustan.
- Selecciona un brócoli digno de la huerta de un rey y un calabacín que resplandezca con promesas de dulzura. Lávalos con el cuidado que pondrías en un tesoro recién descubierto.
- Cuécelos en un caldero de agua hirviendo y míralos ablandarse, como si se prepararan para su gran debut en tu mesa.
- Con la batidora, transfórmalos en una crema tan suave que te recordará a los mimos de mamá. Es un momento mágico, donde las verduras se unen en un baile de texturas.
- Para terminar, espolvorea tu sazón secreto: sal, pimienta y esas especias que te transportan a lugares lejanos o momentos queridos. ¿Qué tal un poco de tomillo o comino? Tú creas la melodía de sabores.
Y así, con estos simples pasos, traes a tu hogar un plato que alimenta el cuerpo y el espíritu. ¡Buen provecho!
Consejos para una crema perfecta
¡Vamos a por esa crema de brócoli y calabacín que te hará la boca agua! El secreto de una textura de ensueño está en el punto justo de cocción. Yo aprendí a calibrarlo a ojo, pero un buen indicador es cuando el tenedor se hunde suavemente en las verduras sin hacer fuerza. ¡Así sabes que están en su punto!
Si eres vegano o tienes intolerancia a la lactosa, ¡tranquilo! En mi casa siempre optamos por alternativas como la leche de almendras o un chorrito de aceite de oliva extra virgen para darle ese toque cremoso sin productos lácteos. ¡Anímate a probar y dale tu toque personal!
Para mantener esa crema tan rica como el primer día, guárdala en un recipiente hermético en la nevera. Y si te toca recalentar, que sea a fuego lento y removiendo con cariño para que mantenga su textura aterciopelada.
En mi familia, nunca falta una buena crema en la mesa, ¡y siempre sabe como recién hecha!
Receta
Crema de brócoli y calabacín
Tiempo de preparación: 30 minutos
Una crema suave y reconfortante que combina la frescura del brócoli con la sutileza del calabacín.
Ingredientes
- 1 brócoli mediano
- 2 calabacines medianos
- 1 cebolla grande
- 2 dientes de ajo
- 750 ml de caldo de verduras
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- Sal al gusto
- Pimienta negra al gusto
Instrucciones paso a paso
- Lava el brócoli y el calabacín, córtalos en trozos medianos y reserva. Pica finamente la cebolla y el ajo.
- En una olla grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio y sofríe la cebolla y el ajo hasta que estén transparentes y aromáticos.
- Añade el brócoli y el calabacín a la olla, remueve durante un par de minutos y vierte el caldo de verduras. Sube el fuego hasta que comience a hervir, luego reduce a fuego lento y cocina con la olla tapada durante 20 minutos o hasta que las verduras estén tiernas.
- Retira del fuego y utiliza una batidora de mano o de vaso para triturar las verduras hasta obtener una crema homogénea y suave. Si prefieres una textura más líquida, puedes añadir un poco más de caldo.
- Regresa la crema a la olla, calienta a fuego bajo y ajusta la sal y la pimienta al gusto. Sirve caliente y, si lo deseas, decora con un chorrito de aceite de oliva o semillas de calabaza.
Notas:
- Para una versión vegana, asegúrate de que el caldo de verduras no contenga ingredientes de origen animal.
- Si eres alérgico a la lactosa y quieres añadir un toque cremoso, opta por leche de almendras o de avena en lugar de nata.
- Esta crema se puede conservar en el frigorífico durante 3-4 días o congelar para disfrutarla más adelante.