Brócoli con salsa de queso

Receta ↓ Ángela Solar

¡El brócoli con salsa de queso te conquistará al primer bocado! Su textura suave y aterciopelada, unida al sabor profundo y envolvente del queso, convierten este plato en una experiencia sensorial única.

¡Preparación exprés y éxito asegurado! Ideal para una cena rápida o para impresionar en ocasiones especiales sin complicaciones.

Ingredientes necesarios

¿Listo para sumergirte en el mundo de sabores que ofrece el brócoli con salsa de queso? Aquí tienes los protagonistas de nuestra receta:

• Brócoli: Busca uno que al mirarlo te haga pensar en un bosque en miniatura, fresco y listo para llenar tu cocina de color y nutrientes.
• Queso: Ya sea que te inclines por la cremosidad de un gouda o la personalidad de un cabrales, el queso es el alma de la salsa. ¡Elige con el corazón!
• Leche entera y mantequilla: Estos dos ingredientes son los cómplices que llevarán tu salsa a la gloria, aportando una textura rica y aterciopelada.
• Harina de trigo: Es el eslabón que une todos los sabores, dándole a la salsa la consistencia ideal para abrazar cada florete de brócoli.
• Nuez moscada, sal y pimienta: El trío que nunca falla, capaz de elevar la salsa de queso a nuevas alturas de sabor.

Y para los intrépidos de la cocina, os animo a jugar con extras como mostaza de Dijon para un toque picante o unas hojitas de tomillo fresco para un aroma que recuerde a los campos del Mediterráneo. ¡La cocina es experimentación y diversión!

Preparación del brócoli

Preparar brócoli siempre me lleva de vuelta a la cocina de mi abuela, donde el verde intenso de los ramilletes inundaba la encimera.

Comencemos lavando el brócoli con mimo, como si estuvieras limpiando un tesoro escondido. Después, con un cuchillo, corta los ramilletes con decisión y reserva esos minúsculos árboles listos para su transformación.

¿Blanquear o cocer al vapor? Esa es la cuestión. Si optas por blanquear, sumerge el brócoli en agua hirviendo y cuenta hasta dos minutos; luego, dale un chapuzón en agua helada para sellar ese color que nos roba el aliento.

Si te decantas por el vapor, deja que el brócoli baile entre el vapor suavemente, hasta que esté tierno pero firme, como un abrazo de reencuentro. Sea cual sea tu elección, el brócoli quedará perfecto para ser el protagonista de tu plato.

Elaboración de la salsa de queso

¿Sabes ese momento en el que el queso se funde y todo parece detenerse? Eso es justo lo que buscamos con nuestra salsa de queso. Escoge un queso que te haga vibrar, que te transporte a esos recuerdos de infancia donde todo era sabor y cariño.

En tu sartén, comienza por derretir la mantequilla, suavemente, como si estuvieras acunando un sueño. Añade la harina y revuelve con ternura, evitando que se dore, como si estuvieras mezclando el pasado con el presente.

Vierte la leche poco a poco, con la serenidad de quien sabe que está creando algo grande. Cuando la mezcla empiece a tomar cuerpo, es hora de que el queso rallado entre en escena, dejándose llevar por el calor hasta desaparecer en un abrazo cremoso.

Sazona con sal, pimienta y esa pizca de nuez moscada que nos recuerda que la cocina es también un lugar para la magia.

Al final, cubre los ramilletes de brócoli con esta salsa que has preparado con tanto amor, y si te apetece, dale un toque crujiente en el horno. ¿Qué tal si te animas a esparcir un poco de orégano seco o semillas de sésamo antes de gratinar? Experimenta, juega, y sobre todo, disfruta de cada paso, porque la cocina es también disfrute y pasión.

Combinando los ingredientes

Imagina que estás frente a una orquesta, el brócoli y la salsa de queso son tus instrumentos y tú, el director, estás a punto de crear una sinfonía de sabores. Aquí te dejo mi método personal, que nunca falla:

• Dispón el brócoli cocido en una fuente resistente al calor.
• Baña cada ramillete con la salsa de queso, disfrutando cómo se desliza entre los floretes.
• Si te sientes aventurero, espolvorea un poco de pimentón dulce o picante para añadir color y un sabor ahumado que complementa de maravilla.

Este es el momento de dejar volar tu creatividad. A veces, me gusta añadir unos trocitos de jamón serrano tostado por encima para darle un crujiente contraste. ¡Anímate a probar y encontrar tu combinación favorita!